El que no escucha las señales a despertar, pesadillas y sueños imposibles le asaltarán.
Archivos por mes: febrero 2014
DESENCUENTRO
A raíz de un desencuentro, todos los posibles fantasmas aparecen para incrementar su participación de conveniencia en la fiesta de la desesperación. Toda la energía concentrada en la irrealización acontecida, infecunda una entrada hacia la efectiva realización de un fluir más congruente con un honesto presente.
Equivocarse
Saber equivocarse es permitirse una nueva experiencia.
CONCRETACIÓN
Añadir a la cuenta una irresolución, como derivación de una imposibilidad sujeta al vaivén de un sueño irrealizado; previene de disuadir con una verdadera razón, el explayarse en las múltiples creaciones que sostienen todo el peso de una concretación. Reprimir con desigualdad, es la pobreza de excluir la imaginación como único componente auténtico del proyectoSigue leyendo «CONCRETACIÓN»
Suerte
En el momento en que la suerte es un deseo, el fluir se vuelve un suicidio.
INDECISIÓN
Consecutivamente, es posible enterarse de simultáneas concatenaciones indiferenciadas, para prohibir el sortilegio ilimitado y sostener las reacciones paralelas a los distintos artificios utilizados en la selección atemporal de irreflexiones, a la hora de sacudirse el polvo de la indecisión. Abrirse a la posibilidad de una nueva selección de originalidades, pasan de largo el amargo recuerdoSigue leyendo «INDECISIÓN»
Eternidad
Viviendo el presente con intensidad, el pasado y el futuro te acompañan por la eternidad.
TEATRO
Crear en el silencio de una momentaneidad inigualable, equivale a la gratitud de compartir lo vivenciado. Organizarse en el intento de soñar un nuevo cuento, de actuar sin argumentos y salir al reencuentro, de reir sin miramientos. Bienvenido al teatro del sin tiempo, donde cada movimiento, te predice un nuevo aliento.
Rareza
La rareza es una de las formas con que se disfraza la autenticidad.
LIBERTAD
En un abrir y cerrar de ojos puede agregarse con más fuerza, otro antecedente con el que aún no habías tropezado. Saber observar la riqueza de ese evento, es el idilio con que se recomienza una etapa enalborada. Empalmar con belleza un desenlace inesperado, enriquece la delicia con que se disfruta la sensación de libertad.